"Europa debe ser un espacio de libertad y seguridad, estas leyes no tienen cabida en ella”

 

Organizaciones y Plataformas Ciudadanas instan al Parlamento Europeo a actuar frente a las Leyes Mordaza.

 

Bruselas, 17 de junio 2015. Representantes de los colectivos Marchas de la Dignidad, Plataforma de Afectados de la Hipoteca, No Somos Delito y de las organizaciones Cáritas, Greenpeace y Rights International Spain se han reunido hoy con los parlamentarios europeos Marina Albiol y Miguel Urbán de GUE/NGL, Jordi Sebastiá y Josep María Terricabras de los Verdes/EFA y un asesor del grupo ALDE, en un acto bajo el lema "No hay UE de los Derechos Humanos con Leyes Mordaza en uno de sus estados miembro"

Estas entidades se han visto obligadas a acudir a la Unión Europea porque en España los mecanismos internos han resultado ineficaces para paliar las amenazas en materia de derechos humanos que representan las llamadas leyes Mordaza (Nuevo Código Penal y Ley de Seguridad Ciudadana). Algunos de los ejemplos de los muchos esfuerzos llevados a cabo para evitar la aprobación de estas leyes son los intentos –infructuosos- de mantener un diálogo con los Ministros de Interior y de Justicia, las reuniones mantenidas con miembros de los distintos grupos parlamentarios, o los actos celebrados en el Congreso de los Diputados. Pero nada se ha hecho desde las instituciones españolas para garantizar los derechos y libertades fundamentales en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y en las dos recientes reformas al Código Penal.

En el encuentro han intervenido, en primer lugar, Carlos Escaño y Alejandro Gámez Selma, de No Somos Delito quienes han remarcado que con estas leyes el gobierno está apostando por un sistema de represión y no de prevención del delito, "estamos ante el mayor recorte de libertades desde el franquismo". En este sentido, han recordado que en febrero de 2015 cinco Relatores Especiales de la ONU se dirigieron al Estado español mostrando su frontal rechazo a estas tres reformas, recalcando que “amenazan con violar derechos y libertades fundamentales de los individuos”. Además, la vaguedad de muchos de sus preceptos pueden conllevar una aplicación arbitraria de las sanciones lo que las convierte en considerablemente peligrosas y choca frontalmente con la necesidad de seguridad jurídica de un Estado de Derecho.

En la reunión, el director de Greenpeace Europa, Jorgo Riss, ha comparado la situación entre India, Hungría y España como casos ejemplares de pérdida de libertades de expresión y manifestación. Asimismo ha dado ejemplos de cómo la Ley de Seguridad Ciudadana apunta directamente hacia acciones de protesta propias de Greenpeace. “Solo podremos protestar en forma de hologramas”, ha manifestado. 

Por su parte, Ernesto Sarabia de las Marchas de la Dignidad, ha hecho hincapié en la precariedad laboral en España como uno de los principales detonantes del fuerte movimiento de contestación social que se vive en la calle y ha afirmado que ese es el motivo por el cual el gobierno quiere aprobar estas leyes: se nos quiere callar para que no contestemos. Se nos quiere criminalizar para asustarnos. Se nos quiere castigar para escondernos”, ha apuntado.

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, Aida Quinatoa ha afirmado que estas leyes vienen con dedicatoria. "Nos quieren amordazar a los más de 800.000 desahuciados destinados a la exclusión social. Necesitamos que ustedes actúen desde la UE. Pedimos solidaridad con mayúscula y ahora”.

Alba Villanueva de No Somos Delito, ha alertado de la grave persecución a los periodistas independientes, “la Ley Mordaza ya se está aplicando, quieren aislar a la prensa dentro de las manifestaciones. Como periodista, me siento insegura por la actuación policial, ha expresado

Por parte de Cáritas España ha intervenido María Pilar Sánchez Álvarez, quien ha puesto de relieve otro de los elementos preocupantes de la Ley de Seguridad Ciudadana: la legalización de las devoluciones sumarias, conocidas como “expulsiones en caliente”, desde las fronteras de Ceuta y Melilla sin garantías de ningún tipo. "¿Sí no identificamos a los migrantes y no valoramos su situación cómo vamos a saber si estamos expulsando a personas que podrían ser víctimas de trata?", Cáritas ha lanzado hoy esta pregunta e insistido en la anulación inmediata de una disposición que vulnera de facto los Tratados Internacionales.

Por último, Lydia Vicente de Rights International Spain, ha advertido de que lamentablemente estas leyes no son las únicas medidas contrarias a principios y valores básicos de la Unión Europea que se han adoptado como la ley de tasas judiciales ya en vigor o que se pretenden adoptar durante esta legislatura como la reforma de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, reformas que pueden llegar a ser contraproducentes. “No podemos permitir que España se convierta en la próxima Hungría”, ha terminado su intervención.

Los europarlamentarios presentes en el encuentro han mostrado una gran preocupación ante la alarmante deriva autoritaria en España y han declarado en rueda de prensa que su misión va a ser “aislar al gobierno español y que esto se denuncie”.  Entre otras cosas, se han comprometido a recoger desde hoy hasta el 1 de julio el apoyo del 10% de la Eurocámara al manifiesto en rechazo a estas leyes y a seguir después hasta llegar a las 300 firmas.

Otras de las propuestas surgidas durante la reunión ha sido llevar a cabo acciones conjuntas para denunciar las Leyes Mordaza, conseguir antes de las elecciones que el gobierno español comparezca en la Comisión LIBE (Libertad y Derechos Civiles) sobre la aprobación de estas leyes, presentar las preguntas escritas y peticiones al Europarlamento que No Somos Delito les facilite, así como abrir un debate en el seno del Parlamento Europeo sobre España, al igual que se hizo con Hungría.

Al final del encuentro, colectivos, organizaciones sociales y europarlamentarios se han hecho una foto amordazados a las puertas del Parlamento para visibilizar su rotunda oposición a estas leyes que consideran antidemocráticas. 

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